¿teimaginás?

15 oct 2012


DOS MINUTOS EN LA PLAZA DE MI BARRIO
(el cadáver de algo que nunca existió)


Alguien se lleva un libro que ya leí, mientras una señora muy bien vestida sonríe diciendo que un dios salvó su vida, levantando una foto demasiado borrosa en la que asegura que se puede ver
el milagro

en el momento exacto
de suceder,
y alguien viste esa remera tan careta de esa banda tan muerta,
la misma que yo lucía,
cuando no era careta
ni estaba muerto,
y no puedo menos que preguntarme,
qué tan quebrado sigo,
qué tan vivo me encuentro,
y alguien pasa con el celular pegado al oído, los ojos saltones, transpiración roja
en todo su ser,
escuchando una voz familiar
que no puede reconocer
que le dice que recibirá una inesperada visita
un fantasma
por la madrugada,
tanta risa contenida
que podría ser una broma
o la única cosa real,
mientras un flaco pasa con una guitarra desafinada, tocando un tema que va a quedarte grabado,
justo para que lo tararees el día de tu muerte
porque hay una única historia
detrás de toda historia
y es la que no se puede predecir,
que son las predicciones por venir,
las que nunca alcanzamos,
las que nos dejan afuera,
sin mediar,
ni siquiera intuídas,
mucho más allá,
¿te imaginás?
como si tuvieras que asumir que todo lo que pasa a tu alrededor es un potencial espectador, 
pensando en como sería todo si tuviera que asumir
que todo a su alrededor
es 
siempre
potencial,
y alguien tropieza con el fósil que asoma,
el cadáver de algo que nunca existió,
y pierde el hilo de sus pensamientos,
justo cuando podría haberlo cambiado todo
con una idea revolucionaria,
una tesis
sobre
la evolución,
porque somos futuros dinosaurios
libres
con el final cantado
hermoso
y 
universal,
mientras un niño escucha la voz de un extraterrestre, que rebota en su cabeza y empieza a asustarse al comprobar que su amigo imaginario está a su lado, tan sorprendido como él,
porque las naves espaciales son pequeñas-pequeñas
y están a dentro de nuestras cabezas,
en una fiesta-invasión
que comenzó con el primer ideograma,
el mismo que luego representó al pasado
para matarlo
y ganarlo todo
porque IMAGINAR es el único verbo,
conjugado
en 
una 
infinidad;
alguien sufre una epifanía camino al hospital, llevando consigo una radiografía,
mapa conceptual de sus capítulos venideros
como si fuera una de esas pelis de la tarde
que no te gustan ver,
¿por qué?
¿por qué?
¿POR QUÉ?
mientras un asesino acaricia a un perro moribundo, con lágrimas en los ojos, sin entender, sintiendo que un orden tácito se pierde y sólo él puede hacer que el mundo sobreviva otro día,
“tenés que salir
a
matar”;
como si tuvieras que asumir que todo lo que pasa a tu alrededor es un potencial espectador, 
pensando en como sería todo si tuviera que asumir
que todo a su alrededor
es 
siempre
potencial,
¿te imaginás?
un poco más acá,
porque sos la conciencia que te contiene
y te vuelve más,
porque hay miles de historias,
detrás de cada historia
que ocurre
a tu alrededor:
que ocurre
en
vos.

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