"Una mentira, se columpiaba..."
Están jugando, mientras
comparten copas, mientras cuentan chistes, mientras vomitan en los floreros.
Suben el volumen y bailan, a la luz de una Luna eterna y de ojos enormes: una Luna excitada y furiosa, con alguna especie de rabia.
Dibujan en la tierra con ramas recién cortadas… Escriben palabras que no existen y las unen en ecuaciones enfermizas que se llenan de flechas, que van y que vienen.
Discuten en voz alta y se enojan un poco, se tambalean enojados, señalan acusadoramente.
Terminan abrazados, con los párpados pesados.
Alguno saca un arma, confiesa que se vio tentado. El resto no se alarma, y sirven otro vaso.
Se dispersan por un rato, para recordar que no recuerdan nada. Se reencuentran con tristeza e inventan la desgracia.
Se asustan y lo dejan. Inventan la rueda. Después el fuego.
Prenden fuego la rueda, se cae de maduro.
Se tiran al piso y todo es un torbellino.
Son buenos amigos.
Cantan:
“Una mentira se columpiaba / sobre la tela de una araña / Como veían que resistía / fueron a buscar otra mentira…”
Y siguen contando, hasta que se aburren.
Pero no se duermen.
Ni se desmayan.
Siguen de fiesta.
Los dioses SIEMPRE siguen de fiesta.
Suben el volumen y bailan, a la luz de una Luna eterna y de ojos enormes: una Luna excitada y furiosa, con alguna especie de rabia.
Dibujan en la tierra con ramas recién cortadas… Escriben palabras que no existen y las unen en ecuaciones enfermizas que se llenan de flechas, que van y que vienen.
Discuten en voz alta y se enojan un poco, se tambalean enojados, señalan acusadoramente.
Terminan abrazados, con los párpados pesados.
Alguno saca un arma, confiesa que se vio tentado. El resto no se alarma, y sirven otro vaso.
Se dispersan por un rato, para recordar que no recuerdan nada. Se reencuentran con tristeza e inventan la desgracia.
Se asustan y lo dejan. Inventan la rueda. Después el fuego.
Prenden fuego la rueda, se cae de maduro.
Se tiran al piso y todo es un torbellino.
Son buenos amigos.
Cantan:
“Una mentira se columpiaba / sobre la tela de una araña / Como veían que resistía / fueron a buscar otra mentira…”
Y siguen contando, hasta que se aburren.
Pero no se duermen.
Ni se desmayan.
Siguen de fiesta.
Los dioses SIEMPRE siguen de fiesta.
entre tu culo y ésta
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