teestamosesperando

22 abr 2012


CUANDO UN MUERTO LLAMA POR TELÉFONO


Surfeando realidades, destelladas en espejos que se ciegan al sol, para crear nuevas estrellas, que son dioses, sonrientes, destinados a explotar, para renacer una dimensión después, multiplicados y confundidos, con preguntas, libros y amuletos:
Ritualizados,
Cita perfecta,
Fecha y horario,
Agenda de sincromisticismo para terminar reflejado y regresar, otra vez, al lugar jamás explorado:
Desnudo, 
Urgente,
Destrozado,
Inventar la noche, la tragedia y la plegaria, para que suene el teléfono, en el momento más pensado:
“Tenés que volver,
te estamos esperando”.
Surfeando realidades, impulsadas en resortes que activan la emoción, para detonar el estallido, que es banda sonora, con trance y soledad, para contar otra historia, lejana pero igual, en expansión continua, que se acelera hasta vaciar:
Llenos de vasos,
Suspendidos,
Para brindar,
Los buenos deseos, para negociar, perder todo y redoblar, por primera vez, las apuestas sin pasado (sin pasar):
Único,
Momento,
Despiadado,
Mirar directo a los ojos, mentir y sonreír, para que alguien diga, enamorado:
“Fue un gusto no conocerte,
fuiste todo lo esperado”.
Surfeando realidades:
en el equilibrio de la sin-razón,
para terminar entendiendo el todo,
y esperar que crezca el mar,
en las posibilidades ahogado,
nadar,
nadar,
nadar.

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