romper hoteles

10 jun 2012


PONÉ CARA DE QUE NO TE IMPORTA


Me imagino en ese momento,
justo cuando dicen;
“no mires a la cámara”
y no lo puedo evitar, 
y lo arruino, 
una vez más,
para que todo el tiempo
(el día/ la tarde/ la noche)
se suceda en una repetición de tomas y nunca en un drama,
con asesinatos, héroes
y una gran batalla final,
con la frase reveladora,
que se desprende en el segundo de victoria,
aunque todo haya salido mal.
MAL.
Y los gritos,
el infinito enojo,
del que empeña su vida,
en negociar,
mis manos en alto,
acusando piedad,
con las risas,
salidas,
el no-me-importa estallando
y un poco de frialdad,
para ser serio, 
único,
de verdad,
cuando vivir sea con las cámaras apagadas, 
cuando no exista la idea,
unilateral,
de un espectador,
aburrido, 
un domingo,
perpetuo,
en soledad,
quizás el actor con capricho,
con ansias
de triunfar,
en un juego de mesa
berreta,
pero 
un poco
tentador,
arruinando un buen comienzo en pos de terminar,
con medallas,
en el mito,
de la estrella
y 
la 
eternidad,
romper hoteles,
amar, con soberbia
odiar, con seriedad
y decir lo que primero salga,
que valga
la pena decir,
ser perfecto
y nunca
un inmortal:
pero fallar es humano,
y no paramos
de 
perseverar.

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