Mambo Raro

27 abr 2011

JESÚS Y LOS SNOBS



No cambio el caos de esa habitación, cuando estaba lleno de ganas pero triste sin razón, mirando las manchas de humedad del techo, convencido de que el futuro no llegaría jamás. 
No cambio esa calle en la que reboté, borracho, aquella noche, cuando vos dijiste que mejor no, que mejor era hacer de cuenta que no nos habíamos conocido. Ytanto insististe que me olvidé tu nombre.
No cambió esa pared, que aún me habla, con las líneas que escribí alguna vez, cuando ser rebelde era poder correr al lado de un amigo, las manos manchadas de pintura, la certeza de que las palabras nunca iban a significar nada.
No cambio esa plaza, cuando me quedé solo, cuando escuché al silencio por primera vez, a las tres de la mañana, esperando un colectivo que ya había dejado de pasar.
No cambio la ciudad en la que nací.
El resto sí.
Mañana es hoy; las palabras son todo; te llamabas Libertad.
El silencio no existe. El silencio es un eco.

***



Se agolpan en la puerta una sucesión de figuras extrañas, que no sé si se escaparon de algún sueño afiebrado o de tu cabeza podrida, ya repleta de mierda, saturada de colores opacos… Sos las luces poronga de un reci de barrio, todo triste, todo mal, jugando a gritar, a que no te importa nada. Y contás moneditas para el bondi y pedís prestado para el taxi.
Son tres segundos de fama.
Y a mi me rompen las bolas y me despiertan al mediodía, insistentes por querer entrar; todos los payasos de un corso patético, con la ropa desprolija, olor a mugre, transpiración.
Delante de ellos un cura con ojeras, calvo, enfermo, amarillo peste, amarillo pus, amarillo gastado. Amarillo vómito.
Amarillo vos.
Tiene un libro que no puede leer porque está ciego, porque, además, el libro no dice nada.
Es el libro que enloqueció a generaciones y generaciones de pibes como vos, como yo, que vamos a la escuela, que aprendemos que una letra, junto con otra, hacen una palabra.
Las palabras matan
La ausencia de palabras mata.
Morir no está mal.
Pero sigo enojado, porque hoy quería dormir hasta tarde y no se van a ir hasta que les abra.
Abro desnudo.
Y tanto grito para que terminen espantados por una pija.
Pecado.
Mi templo es sagrado. Mis creencias son nómades.
“¿Querés pasar?”
“No, gracias…”
Sos puro folleto.
Media vuelta y se van tranquilos, casi confundidos.
Estaría feliz si no fuera porque ya no voy a poder volver a dormirme.
Vos seguís sin despertarte.
En un punto, tengo suerte.


***


Jesús se junta con snobs, pero no es snob. Pasa que le caben las minitas snobs. 
Mambo raro. Medio fetichista.
Se puso a salir con una piba sordomuda que no paraba de contarle, con movimientos frenéticos, sobre el arte vanguardista y toda esa mierda.
Él decía que sí con la cabeza, sin entender nada. Estaba al palo.
“¿Sabés qué?”, exclamó cuando ella hizo una pausa, “Estaría buenísimo que me hicieras un pete…”.
Se lo dijo modulando con minuciosidad, para que le pudieran leer los labios sin problemas. Además acompañó el pedido con un gesto explícito que vos también hubieras podido entender.
Ella le hizo una paja.
Él tardó en entender el chiste. Pasa que no tiene mucho sentido del humor.
Al rato la piba se puso con eso de la vanguardia, otra vez. Entonces se la garchó, pero mal. 
Ella, en mitad del orgasmo, en el clímax absoluto, conmocionada, pegó un grito desgarrador. 
Dijo: “¡MIERDAaaaaaaaa!”
(así de largo)
“Ya está”, le dijo Jesús, mientras se recostaba a su lado. “Ahora dame lo que vine a buscar”.
Ella lo observó temblorosa, acariciándose la zona de la garganta.
Él cruzó las manos tras la nuca y sonrió.
“Los milagros son el arte por excelencia”, pensó.
Después se dio cuenta de que pensar eso era de pelotudo.
Porque él se junta con los snobs.
Pero nada, curte otra onda.
Un tipo difícil.

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