Dos cuadras después

5 jul 2011

SALUD, INFIERNO y AMOR


La ciudad es ese lugar que se eleva, mientras vos te destruís, te derrumbas, te llenás de humedad, te venís abajo.
Van a rematarte.
Estás construido sobre un cementerio indio.
No valés dos pesos.
Los autos juegan a ser corceles, mientras las conversaciones siguen su rumbo, tan simples que asustan.
Todo es un código. Somos un código, somos lo que no decimos, eso que damos a entender, el guiño. Tenemos nuestros secretos.
“¿Allá está todo bien?”, dice un tipo. Está dando instrucciones a un laboratorio secreto. Está declarando una guerra. Está cometiendo un delito. Está lejos de interesarse por si “allá está todo bien”.
La chica de al lado murmura fragmentos de un tema. Entre sílabas está preguntándote qué opinás de ésta locura:
Porque las ambulancias se frenan en mitad de la calle, caprichosas, se saludan entre ellas, se agitan, juguetonas. Son cachorros de la muerte. Las ambulancias ríen.
Los árboles están dejando que el viento les mienta otra vez. Los árboles saben que el viento miente. Por algo vos usas bufanda y ellos no.
¿No?
Los negocios son una fachada… ¿quién puede creerse que en ese lugar se fabrican espejos? Hay sótanos. Nada más es real después de los sótanos.
“¿Tenés un espejo rectangular?”
Esa persona está comprando droga. Coctel narcótico de revelación.
Sagrado.
Hay tipos con pequeños audífonos/micrófonos enterrados en sus orejas: en algún lugar dioses lejanos se disputan el protagonismo para el diciembre final.
Dicen que es un partido jodido. Posiblemente termine suspendido, a las piñas.
Las cosas se resuelven así. O no se resuelven.
La piba sigue murmurando:
El tema que se desprende de su walkman
(¿eso no pasó de moda? ¿eso no es un espécimen del pasado? ¿eso no es un fósil?)
es ese tipo de tema que vos jamás escucharías en tu casa. Pero ella sí lo escucha.
Pensalo.
Todos escuchamos música en casa, solos, fuerte. Todos estamos rotos, cantamos alto, nos lastimamos.
Todos estamos acostados, mirando un techo que nos cuenta un chiste muy verga.
La ciudad es ese lugar que se eleva, mientras nosotros nos hundimos, con la conciencia delicada pero efectiva de que somos uno.
Somos tan
Tan pero tan pero tan
Tan tan tan tan tan
Taaaaaaaaaaaaaaaaaaan
TAN
Solitarios…
La chica baja dos cuadras después.
La ciudad es ese lugar que se eleva.
La ciudad no tiene memoria.

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