*experimento sensorial*

22 jun 2011

LO IMPORTANTE NO ES CUÁNTOS IDIOMAS SABES HABLAR, SINO CUÁNTOS IDIOMAS SOS CAPAZ DE COMPRENDER



Primitivo, ocupando su asiento y el del tipo de al lado, con soberbia, gigante: un gorila albino, de movimientos toscos, mirada abusiva, inimputable.
Primitivo: tele, culo, carne.
Carne ahora, que el diente, filoso, en el pináculo de su letalidad, pronto, contradictoriamente, caerá, en una batalla poco épica, quizás por un accidente nada violento con un cepillo.
(desgastado, sucio, choto)
Primitivo, mirada lagañosa, acuosa, un poco desteñida. Sin continuidad, dejá vù:
PRIMER ACTO-DORMIR LA SIESTA-SEGUNDO ACTO-FIN
Una mala estructura: una buena historia no puede terminar con un personaje que apaga la luz.
(el climax supo ser importante cuando no pensabas en él. Ahora agoniza, muerto de aburrimiento, cargado de drogas vencidas)
Primitivo: sabe de los técnicos que permiten que la obra se siga llevando a cabo… Pero no es un conocimiento real. Es un asimilar vacuo: es una información que entra, que no se procesa.
Intuye las butacas, pero nunca mira hacia ese lado. Es un miedo instintivo; un latido de supervivencia que recuerda que cada una de nuestras partículas están vivas. Son individuo. Son parte de un todo. Un todo que es individuo. Dentro de un todo.
Un ejercicio simple, nada jugado.
(¿pensaste de dónde viene? ¿pensaste a dónde va?)
Por tanto, el público es ignorado: no se lo saluda, no se le da una revelación.
“¿Hay espectadores realmente?”. Pregunta de otro vida.
Primitivo, sin edad. ¿Para qué contar si lo de atrás ya no está?
Tele. Culo. Carne.
Suspiro monótono: esa mujer-hembra de esa raza que ya resulta indiferente, con la que no puede existir (JAMÁS) ningún tipo de empatía, nunca va a mostrarle su cara secreta.
Todos los seres tienen una cara secreta: la que se hace cuando se descubre el dolor del placer. O el placer del dolor.
(a veces da igual)
Primitivo, ocupando su asiento y el del tipo de al lado. Es la cola de un banco, un colectivo, una sala de espera en el hospital más decadente de todos.
No importa: pronto llegará la siesta. Otra. O no.
Tampoco importa.
[INTERLUDIO
-Entonces, Oh, Gran Sabio, ¿ésta es una historia con moraleja?
-Por supuesto.
-…
-…
-No entiendo…
-El equilibrio no existe.
Un chico se topa por vez primera con un libro que le genera sincero interés. O con un cómic. O con un disco.
–cosquilleo en el estómago, en las bolas, en la punta de la verga-
Luego, empieza a crecer]
Primitivo.
Tele, culo, carne.
La tele va a seguir ahí.
Primitivo, ocupando su asiento y el del tipo de al lado.
(miro hacia el lado prohibido, miro la cámara)
El tipo de al lado soy yo.
En todos los sentidos en que lo puedas interpretar.
Primitivo.
(el telón se atascó. Son todas las tardes que no volverán)

0 Diálogos: