una.batalla.tras.otra

21 may 2012


LA ÚLTIMA NOCHE ES UNA OFRENDA 


Tu pelo que se eleva, se pierde, se convierte en el entramado 
que nos envuelve, 
el bosque encantado,
donde brotan los secretos,
donde mis palabras son otras, por mucho que quiera estructurarlas, acomodarlas,
armarte
darte profundidad,
quebrado en la convicción de tu sonrisa,
lo entendiste mejor,
razón suficiente para que yo lo destruya,
y vuelva a empezar,
más profundo,
más armado,
perdido y sin océano,
con vos siendo tu propia raíz,
dejando el cadáver de pitonisa,
con el que van a conversar,
llevándote las profecías de verdad,
enterrándolas, para futuros piratas espaciales,
para mi desesperación
que convierte en tornado
toda la tranquilidad,
que arruina todo hogar
que no se cobra víctimas
y vuelve a fracasar,
asesino despiadado,
en pos de tu misterio.
cruel asesina,
ansiando abrazar por detrás,
susurrar,
dormirme
para siempre
en toda la eternidad:
vamos a llevarnos cada funeral,
fiesta,
orgía,
soledad;
vamos a terminar con los amigos ausentes,
los padres agonizantes,
los museos de la religión,
las iglesias de la historia;
vamos a garcharnos en cada idea,
cada pensamiento correcto,
cada sueño sin alas,
cada melodía perfecta,
cada discusión que no termine en una trompada,
directa a mi 
directa a vos;
vamos a divorciarnos en cada techo, 
terraza,
en los cables de la tensión,
en la noche de cometas,
mientras nadie mira las ventanas,
mientras el calendario siga ganando
una batalla
tras otra;
y nuestra cara va a brotar de la luz,
fantasmas,
de lo que vendrá,
alcanzando cada consciencia alterada,
cada pupila drogada, 
cada niño asustado, 
cargado de amor,
por 
lo 
desconocido.
Tu pelo que se eleva, marchitando el paisaje,
apocalíptico, 
que preparamos como regalo,
para el resto de los amantes,
que también rompan la vida,
la muerte,
y 
cada 
instante.

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