bien-parido

18 dic 2011


ESCRIBIR EN CUADERNOS DE TAPAS BLANDAS


Bienvenido el Portal, con los dioses que hacen fondo blanco con mi cerebro, que cargan lapiceras con mi sangre, que cuelgan mi póster y le tiran dardos, jugando a los rebeldes. 
Todos precisamos ser rebeldes alguna vez. Vos lo sabés, yo lo sé. 
Bienvenido el Portal y miro para el costado mientras sirven el veneno, jugando a que soy un niño y no lo entiendo, jugando a que soy un niño y no lo necesito, porque soy todo lo que preciso. Pero no dejen de servir, porque a veces no juego.
Bienvenido el Portal y la lluvia de meteoritos sin techo, el volcán en erupción, el centro del huracán, con un montón de enunciados que se contradicen, que se arremolinan, que piden piedad al tiempo que se castigan, se repelen… y de repente… ¡Mirá! Una poesía.
Bienvenido el Portal y el sexo desenfrenado, en ciudadades lejanas, con mujeres que no existen, que existieron, que son la fantasía de otro, que son más reales que toda esta farsa de depilarse las piernas, de emprolijarse los pezones, de ajustarse la tanga.
Ponete las pilas. Pensalo bien.
Bienvenido el Portal con un poco de amnesia; con la memoria insuperable… Creo que te conozco, creo que nos conocemos, creo que todos estábamos bailando, alguna noche, en una fiesta que organizó un charlatán, ese que querías ser, tan lleno de libros, referencias y progresos… Tan lleno. Sólo hay una conciencia. Aburrida.
Bienvenido el Portal con sus asesinos, extraterrestres y conspiradores; con sus rituales, muertes y novedades; con sus conejos, demonios y pantanos; con todo preparado. El principio y el final. Astronautas y dinosaurios. Todo lo que fue. Será.
Bienvenido el Portal, que mañana son las cosquilla, la nebulosa, flotando.
Bienvenido el Portal, ahora que todavía lo distingo, ahora que no estoy atrapado…
De un lado.
O del otro.
Bienvenido el Portal: soy el límite que atravesás.

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