No Importa Nada

12 ene 2011

MASTURBADOR MENTAL en OFERTA



[Se va.
Se va, y en la tele anuncian otro romance arreglado, otra formula secreta para mantener las tetas bien paradas, otro rumor sobre el masturbador mental de turno.
Se va, y el culo roto más codiciado dice que la pendeja de 15 lo entiende como ninguna, lo que quiere decir que petea como ninguna.
La mina que estuvo en la pija correcta, en el momento correcto, se ríe con prótesis mal puestas y a vos se te para, aunque no quieras.
Se te para. Y él se va.
Se va escuchando las mentiras de una nueva invasión extraterrestre, de otro fin del Mundo, de otro corrupto que mata sin piedad… La ausencia de novedades seca el cerebro y todos se toman la leche bien calentita, para dar un buen ejemplo. Todos vomitan al ritmo de la música que se compró el Verano… Un tema pegadizo que tiene un mensaje escondido que no está escondido: “Chupala”.
Último momento: la sensación térmica es record. Y él se va.
Se va y no importa si un pelotudo con buenos estudios te dice que “trabajo es salud”; no importa si te prometen que en la próxima primavera van a inventar un aparato para ver con cuantos tipos se acostó cada una; no importa si te venden unas zapatillas que te alargan la chota; no importa si la pobreza es la misma o es más: no importa si se cagan a trompadas por un poco de pasión y te hablan de ideales que en realidad se pasan por el orto (yo me los paso por el orto, vos te los pasas por el orto); no importa si el diario tiene tu cara; no importa si lo lograste; no importa si mañana alguien le va a tirar una bomba a alguien; no importa quién le ganó a quién; no importa cuantas Madres Teresa De Calcuta fueron violadas la semana pasada, no importa cuántas de esas Madres Teresa de Calcuta hoy te tiran la goma por cinco pesos; no importa esa pareja que se hizo bosta en medio de la ruta 2, mientras se iban de vacaciones, ¡qué tristeza!; no importa el tipo de la bandera, ni esa barba que te vende buenos discursos y se caga en los pantalones si alguien habla de dinamita; no importa que tu escritor favorito saque un libro nuevo, que la banda más chota hoy sea la rebelión; no importa tanta campaña para dejar de fumar si te hicieron fumarla toda la vida, día, tras día… No importa lo que le gritaste a una pared, si total el graffiti te lo vendí yo y te cobré de más… No importan las drogas nuevas que se consiguen en forros usados; no importa si hay una nueva vacuna para curar la depresión después de los asados; no importa si escribiste un cuento en honor a él.
La verdad es que no importa la hora, ni el lugar.
No importa tanta pavada enfrascada, ni los chicos que se suicidan por la ventana. No importan los actores que ya se murieron, ni las películas que te quedaron sin ver; no importa tu personaje favorito, ni la oferta del mes.
Se va.
Todo lo demás va a seguir igual: no importa nada.]

***

[Es Superman, subido a una nube, mirando triste, temeroso de regresar a este Infierno.
Es Batman, borracho en un bar, resignado, con lágrimas en los ojos.
Parece la derrota final, parece el no va más, parece la rabia vuelta cuchillo en el pecho. Parece la Kriptonita, con la que siempre coqueteaste… Pero ahora se terminó jugar, ahora era de verdad… Ahora eras el superhéroe y si no te salió es game over para vos. Tanto tiempo de preparación, de pelearte con paredes, de exhibirte en madrugadas frente al espejo, de mearle los pies a la depresión, de apretar los puños para no desmayarte en esa casa llena de gente…
Tano tiempo de preparación y al primer ataque ya estás acurrucado bajo la cama, desilusionado.
Te fallaste, de nuevo.
Y no salvaste a un inocente de ser violado en un sótano. No salvaste a una piba de que un taxista putañero la aplaste contra una pared. No salvaste a los niños con hambre ni a los viejos que se mueren sin nadie y sin un peso.
No llegaste a conocer a tu Archi-Enemigo.
Nadie se encariñó con tu personaje, no sos una aventura digna… No sos una buena anécdota en una reunión ajena.
Cuando te vayas nadie va a hablar de vos.
Ahora hay que sacarse la máscara y volver, derrotado… Ya no hay hogar, queda la incertidumbre y el vagar.
Ningún editor, productor, compraría una segunda parte, una secuela de tan humillante show.
Ni siquiera te queda Clark Kent ni Bruce Wayne, que se hacen los boludos y te dan la espalda. No es fácil mirarte a los ojos.
¿Y que hay de la historia que sí escribiste?
Lo mejor de vos queda en tu corazón.
Mierda, cómo duele no poder expandirse…
Es Superman, escondido atrás de un avión, con un ataque de asma.
Es Batman, muy drogado, camuflado en una fiesta de disfraces, con un ataque de paranoia.
Es el sentimiento más horrible.]

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